Hace calufa no??? Tenéis el culo tan pegao a la silla de sky de estar estudiando/currrando que cuando os levantáis para ir al váter parece como si le quitárais el papel a una magdalena no??? Ayyyy … esa piscinita y esa playuni … quién las cogiera …
Y es que hay que conformarse con lo poco que tenemos a mano: el eterno abanico, el imprescindible ventilador o el novedoso aire acondicionado para mover el aire, y para el gaznate, un refresquito fresquito (valga la redundancia) o un simple trago de agua fresca. Y es que de eso quería colgar el artículo hoy en La Alcayata, del agua fresca. Algo tan español como el búcaro o botijo está cayendo en desuso más creo yo por representar una imagen costumbrista de España que por su capacidad de refrigerar.
Mirando por Internet me he encontrado con la campaña Botijos contra el cambio climático de la Fundación Tierra la cual, promueve la compra de búcaros para prevenir el cambio climático.
Aparte de la carcajada a favor de la originalidad de la propuesta, he estado pinchando en los links que tenían por su página, encontrándome, ¡oh, sorpresa! con la explicación termodinámica del funcionamiento del búcaro, que me ha parecido encomiable y que por supuesto que me he tragado enterita porque pa’ algo me hice Físico.
Tanto el artículo enlazado en su página como el artículo original avalado por meteorólogos, demuestran cualitativamente y cuantitativamente el descenso de la temperatura del agua del interior del búcaro en torno a unos 15 ºC en menos de tres horas. Además, el búcaro funciona tanto mejor, cuanto más seco y cálido es el ambiente … esto lo hace idóneo para las comarcas especialmente áridas del sur de Andalucía. Por otro lado, la forma hiperbólica del búcaro también tiene mucho que ver.
Para los que no quieran leer este pedazo de artículo, la explicación coloquial de que el agua del búcaro esté fresquita es que el búcaro “suda” el agua (exuda, científicamente hablando) por los poros que el barro tiene, de manera que el agua, al evaporarse, toma el calor latente de vaporización del agua de su interior (¡ahí queda eso!).
También es bastante curioso que el artículo hace mucho hincapié en que los búcaros porosos de arcilla blanca o caolín son especialmente aconsejados para climas secos y calurosos, mientras que los de cerámica oscura y vidriada lo son para climas con mayor grado de humedad atmosférica. Ahora encuentro el por qué en Sevilla tradicionalmente los búcaros son de cerámica blanca tan “fea” (tienen su encanto), cuando siempre ha habido una gran variedad de lebrillos y otro tipo de utensilios de cerámica vidriada decorada.
Aparte de mi conocido interés por el hecho científico en sí y por la iniciativa, yo quiero lanzar un par de preguntas al aire para que la gente opine:
¿Cómo es posible que la sabiduría popular haya conseguido una fórmula tan perfecta para la refrigeración?¿Es sólo el resultado de la intuición y del método “prueba-error” o el búcaro es el culmen de la tradición alfarera que heredamos desde la prehistoria?
Venga … animaos y escribid puñeta ¡que el blog esta lleno de palabras y son solo mías!
JAJAJAJAJA
Hasta más ver,
By c-rike
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May 2009
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